125 Aniversario del CAI: “La ingeniería construyó y sigue construyendo el país”
El Centro Argentino de Ingenieros (CAI) cumplió 125 años de vida. Su presidente, el Ing. Horacio Cristiani, conversó con CCNews sobre la evolución de esta institución y el valor de la ingeniería en el desarrollo del país.
Todo comenzó en la segunda mitad del siglo XIX. El 8 de marzo de 1875, un grupo de 18 ingenieros y 50 adherentes fundaron el Centro Nacional de Ingenieros, que 40 años después pasó a llamarse Centro Argentino de Ingenieros. Así nació una institución sin fines de lucro que hoy reúne a estudiantes, profesionales, empresas, entidades y organizaciones con el objetivo de potenciar el valor de la ingeniería argentina y resaltar su importancia estratégica en el desarrollo del país. CCNews dialogó con el Presidente del CAI, el Ing. Horacio Cristiani.
¿Cuál es la clave de la vigencia del CAI?
Cuando una organización perdura y sigue teniendo vigencia y relevancia después de 125 años, la razón no es solamente el paso del tiempo. Detrás del CAI hay una historia de desafíos, de aportes y de logros, una historia de hombres y mujeres que desinteresadamente han puesto y siguen poniendo su tiempo y sus capacidades al servicio de esta institución que prestigia la ingeniería argentina.
¿Cuál fue la visión de los fundadores?
En un mundo que se transformaba vertiginosamente a partir de innovaciones tecnológicas, científicas, culturales y sociales, y en una Argentina que iniciaba un cambio estructural y una expansión económica relevante, aquel pequeño grupo de ingenieros tuvo la visión de interpretar la realidad y dar respuesta a los desafíos de la Argentina de esa época. Era un país que demandaba transporte, puertos e infraestructura para apuntalar no solo la actividad agroexportadora sino también un incipiente proceso industrializador.
¿Cómo es el vínculo entre la ingeniería y el país?
Más allá de su propio dinamismo, la ingeniería argentina siempre estuvo ligada al singular desarrollo del país; a sus ciclos, procesos pendulares y vaivenes económicos; y también a sus transformaciones decisivas que han ido marcando nuestra historia económica, social y cultural. En todas estas etapas, la ingeniería argentina y nuestra institución en particular asumieron el desafío, respondieron con creces e hicieron aportes relevantes.
¿De qué manera evoluciona la profesión?
El mundo se transforma con una velocidad impensada. Los ingenieros somos en gran medida artífices y parte de esta revolución. Nos encontramos ante nuevos desafíos de la agenda global y local que nos interpelan y exigen nuestro aporte. En este contexto, la profesión se ha transformado: han surgido nuevas especialidades y carreras, y el ingeniero ha expandido su rol en un amplio abanico de actividades.
¿Cuáles con las áreas de actuación de la ingeniería?
El campo es extenso y abarca diversos ámbitos. Los aportes en infraestructura son relevantes, pero también hoy los ingenieros participamos en áreas muy variadas como innovación, tecnología, sustentabilidad, energía, minería, educación, productividad, logística y procesos industriales, entre otras, y para ello conformamos equipos multidisciplinarios. Podemos decir, con orgullo y al mismo tiempo con humildad, que la ingeniería construyó y sigue construyendo el país.
¿Cuál es la situación actual de la ingeniería argentina?
Nuestra ingeniería es reconocida por la calidad y la formación de sus profesionales. Vivimos en un mundo que diseñan los ingenieros. Esto nos trae una responsabilidad enorme en un país donde la realidad es compleja y, por lo general, las miradas sectoriales y cortoplacistas se imponen a las políticas capaces de trascender gobiernos. Tanto se habla de políticas de estado que ya se han transformado en una frase gastada, pero no hay otro camino que aportar desde la ingeniería para pensar el modelo de país que queremos y para definir estrategias de desarrollo basadas en una mirada de mediano y largo plazo.
¿Con qué obstáculos se enfrenta hoy la profesión?
Existe cierto consenso sobre la importancia de la ingeniería para el desarrollo y el progreso de nuestro país, aunque a veces ese acuerdo se basa más en el discurso que en la realidad. En general, la ingeniería tiene poca visibilidad y ese es un obstáculo a la hora de ser escuchados. Aquí hay un enorme desafío para lograr: que las decisiones fundamentales del país incorporen la mirada y el aporte de conocimiento de los ingenieros. El otro desafío es la necesidad de una mayor cantidad de graduados en ingeniería.
¿Cuál es el rol del Departamento Técnico del CAI?
Es parte fundamental de la institución. Sus comisiones técnicas reúnen a profesionales que aportan conocimientos y experiencia en el análisis de temáticas diversas. Este departamento trabaja para consolidarse como un marco de referencia en la ingeniería, con una mirada innovadora y respetando el criterio de excelencia y rigurosidad. Así, evoluciona en el análisis y en el desarrollo de propuestas sobre ejes que hacen al desarrollo de la Argentina.
¿Qué otras áreas del CAI han alcanzado logros relevantes?
Destaco la actividad que desarrolla la Comisión de Empresas Proveedoras de Servicios de Ingeniería, la Comisión de Premios y Becas, y la Comisión de Jóvenes. Por su parte, la Biblioteca del CAI contiene un acervo bibliográfico que busca preservar el patrimonio de las producciones históricas y los avances de la ingeniería argentina. Por último, los medios de comunicación del CAI fortalecen el vínculo con los socios y con la sociedad: en particular, nuestra revista constituye un elemento importantísimo para la difusión de la ingeniería.
¿Qué nuevos desafíos se propone el CAI?
Son muchos, variados y complejos. Nos proponemos acompañar el crecimiento sostenible de la Argentina a través de una actitud profesional que comprende, además del conocimiento, el valor del trabajo, de la ética y de la austeridad. Buscamos expresar nuestra opinión técnica, fundada y analizada, sin mediar intereses políticos ni privados, sino el interés del país. Nuestra misión es mejorar la calidad de vida de la sociedad. Queremos identificar, analizar y debatir ejes de desarrollo que trasciendan los ciclos políticos y los vaivenes económicos, y que aporten a un modelo de país en construcción.
¿Qué le diría a un estudiante que está pensando en estudiar ingeniería?
Esta es una profesión apasionante, de gran impacto social. Los ingenieros desarrollan las tecnologías que cambian nuestras vidas y deben dar respuesta a desafíos como el cambio climático global, la provisión de energía, las comunicaciones, los problemas de transporte y de vivienda, el desarrollo de infraestructura y el respeto de los recursos naturales para las nuevas generaciones, entre otros. El mercado laboral crece y necesita cada vez más ingenieros. Y respecto de la carrera de ingeniería, es necesario desmitificar la idea de que es muy difícil. Tal vez haya una percepción particular de ciertas dificultades y se infunda un temor exagerado.
¿Cómo piensa el futuro de la ingeniería?
En un mundo tan complejo y en una Argentina que necesita avanzar definitivamente en una senda de desarrollo, hacen falta ideas que se traduzcan en políticas de estado, pero también se necesitan modelos y liderazgos comprometidos. Entonces, los ingenieros debemos contribuir a generar ideas y ser inspiradores de modelos y liderazgos nuevos. Las transformaciones serán cada vez más rápidas y profundas. El mundo que emergerá luego de la pandemia de COVID-19 seguramente será diferente. Los ingenieros tenemos mucho que aportar para liderar estos cambios.
Fuente: CCNews