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Cultura Instagram

Desbancó a las demás redes sociales para convertirse en la preferida de los usuarios. Además, se convirtió en una puerta para emprendedores y hasta empezó a usar inteligencia artificial. ¿Qué hay detrás del fenómeno?

Los voyeurs pueden dar fe de esto: basta espiar un teléfono móvil en un colectivo, en un bar, incluso en una reunión laboral. Lo más probable es que el usuario esté deslizando por la pantalla los posteos más recientes de las personas a las que sigue en Instagram, la reina absoluta de las redes sociales. La afirmación no es arbitraria: con más de mil millones de cuentas activas a nivel global, está transformando la manera de consumir contenidos, de contar historias y hasta de hacer negocios. Pero hay más, ya que la creación de Kevin Systrom y Mike Krieger, lanzada el 6 de octubre de 2010, acaba de agregar funciones para combatir el acoso, valiéndose de la inteligencia artificial para escanear fotografías e identificar a quienes incurren en este tipo de delito.

Fernando Arocema, especialista en temas digitales de la consultora Mazalán Comunicaciones, y director y docente de la diplomatura de Comunicaciones Digitales de la Universidad Siglo 21, compara al Instagram de hoy con el Facebook de 2009: “Se trata de una red que crece de manera pronunciada, con novedades y sorpresas que mantienen el entusiasmo de los usuarios. Dos cuestiones sobresalen: el funcionamiento orgánico mediante el cual la plataforma muestra todo lo que se publica de acuerdo con los intereses de quien lo ve, y el gran alcance de los posteos, con una notable cantidad de interacciones, algo que ya no sucede en ninguna otra red”.

Instagram nació para compartir fotos, pero fue evolucionando según las necesidades comunicacionales. En la actualidad prevalecen las stories (videos cortos que se esfuman a las veinticuatro horas), los lives (videos en vivo) y la inminencia de IGTV como competencia de YouTube. “Las stories están a punto de superar a los posteos del timeline. Representan un modelo de storytelling dinámico, versátil y desconocido hasta hace pocos años –dice Arocema–. La sucesión automática de videos e imágenes, y los recursos de sobreimpresos y filtros crearon un lenguaje similar al de la edición cinematográfica. Por otra parte, la fugacidad estimula la experimentación, por lo que no hay riesgos si te equivocás”.

¿Cómo se vive el fenómeno en el país? “La comunidad argentina es particularmente participativa y refleja muy bien la diversidad que se produce en un número muy abarcativo de personas, ya sea en términos de rangos etarios o de temas de conversación”, indica Gonzalo Arauz, responsable de relaciones de Instagram para Latinoamérica. Como para muestra basta un botón, el ejecutivo menciona lo que aconteció en el último Mundial de fútbol disputado en Rusia: “Pese a haber quedado eliminada, la Argentina estuvo entre las diez selecciones que más conversaciones provocó. ¿Qué pasó en este mismo aspecto con los jugadores? El podio lo encabezó, por supuesto, Lionel Messi”.

Si algo distingue a Instagram respecto de sus antecesores es la pasión irrefrenable que despierta en sus usuarios. “Estamos ante una comunidad que fomenta un ambiente positivo, en el contexto de una plataforma sencilla en la que las personas pueden expresarse, sentirse seguras y conectarse con aquello que es de su agrado”, gráfica Arauz.

Como todo espacio masivo, Instagram tiene sus líderes: los influencers, que no se reducen solo a las estrellas de los medios o a deportistas de élite, sino a individuos “comunes y corrientes” que, con un buen manejo de la herramienta, también pueden acceder a este pedestal. “Los influencers tienen la capacidad de generar opinión e impulsar comportamientos en un universo determinado. Esto incluye tanto a Messi como a una tribu local de música indie –observa Arocema–. Aquellos que hace tres años surgieron con una propuesta de contenidos consistente ostentan ahora cinco o seis cifras de followers y monetizan como influencers: cobran por difundir las informaciones de las marcas”.

Eso sí, quienes estén esperando la fórmula mágica para ascender a este escalafón… se van a desilusionar con la explicación de Arauz: “No hay secretos para convertirse en un influencer, pero sí algunas cualidades que todos ellos parecieran compartir: son auténticos, se conectan bien con la audiencia, muestran compromiso con sus seguidores y responden los mensajes, aun cuando hayan recibido infinidad de ellos en el día”. Arocema concuerda: “Invierten muchas horas produciendo contenidos, con un enfoque temático preciso –se es influencer de gastronomía o bricolaje, no de ambas a la vez– y un alto grado de reciprocidad inicial –buscan reconocimiento y feedback con otros influencers o candidatos a serlo–”.

En primera persona

Por nuestros pagos se destacan distintos referentes. Una de ellas es Antonella Di Pietro, productora y organizadora de eventos a los que suelen asistir celebrities. Experta en comunicación institucional, se enorgullece de los más de veinte mil seguidores que tiene su cuenta @antowedding. “Pretendo que mi comunidad, conformada en un 90% por mujeres jóvenes, estudiantes y madres, encuentre experiencias, viajes y todo lo que se linkea con una mujer moderna, real y emprendedora”, describe quien hizo su primer posteo el 22 de agosto de 2013. Sí, una pionera. “Al principio fue una vidriera para crear puentes con aquellos que se desempeñaban dentro de mi área. Luego mejoré mi storytelling detallando el paso a paso de mi boda, mi embarazo, el nacimiento de mi hijo…”, repasa Di Pietro.

Bernardita Siutti va camino a los ciento diez mil seguidores con @Mami.Albañil. “Nunca imaginé este boom. Cada vez son más los mensajes que recibo, y, aunque demore, los respondo a todos. ¿Cuál es el perfil de mis seguidoras? Quieren aprender todo el tiempo. Es muy satisfactorio cuando me mandan fotos de ellas mismas haciendo los arreglos en sus hogares, y subo esas imágenes a historias con el hashtag #girlpower”, dice Siutti.

Para Betina Suárez, licenciada en Comunicación y especialista en gestión de contenidos y redes, Instagram es una plataforma que se engloba dentro del ecosistema “mujer, madre y argentina”. “Es la red del momento, la que más crece, donde están los lectores –advierte la autora del libro Las madres tenemos derecho, con casi cuarenta y cinco mil seguidores–. No existen perfiles de empresas distinguidos desde la forma, como son las fanpages en Facebook, y es tan visual que facilita su uso en cualquier espacio”.

Fernando Diez es diseñador audiovisual. Desarrolló contenido para medios durante más de diez años hasta que su hobby de recuperar muebles, objetos y materiales se tornó una ocupación full time. Hoy combina proyectos de comunicación e imagen con su tienda online y las redes sociales de Don Terrenal (@don.terrenal), un polirrubro virtual donde, según sus palabras, “se pueden pescar esas cosas simples: cachivaches, tesoritos, pequeñas alegrías que le suman alma a la vida cotidiana”. “Instagram se impuso como un oasis estético de cuidado y calidad. Facebook o Twitter no implicaban necesariamente buena fotografía. A medida que fue creciendo, Instagram subió la vara y dejó de ser el lado B más relajado de sus pares”, especifica Diez, quien pasó de tener mil seguidores en 2013 a cincuenta mil en 2018.

Verónica Mariani superó los cuarenta mil seguidores con Alma Singer (@almasingerblog). “Amo la fotografía; por eso amo a Instagram –confiesa–. Al comienzo, allá por diciembre de 2013, lo tomaba como un juego, pero con el tiempo pasó a ser mi red más importante para divulgar lo que hago e intentar que el público se dirija hacia mi blog. Subo entre tres y siete posteos diarios, inclusive los fines de semana”.

Es que Instagram se posicionó como una verdadera fuente de ingresos (no es casual que, en 2012, Facebook la haya adquirido por mil millones de dólares). Brenda Haines, diseñadora de interiores y alma mater de @tuespacioorganizado, llegó más tarde a esta movida: recién lo hizo en agosto de 2016. Al que madruga Dios lo ayuda, y al que no también, ya que, desde entonces, cosechó 132.000 seguidores con sus propuestas de organización de viviendas, oficinas y locales comerciales, amén de sus talleres, cursos, tienda online y libro. “A Instagram la defino como una red aspiracional, con una cercanía a la gente y funciones inmediatas. Es como un WhatsApp con imágenes”, ahonda.

El de Haines no es un caso aislado. Siutti está abocada cien por cien a ser una “mami albañil”: “Vendí mi empresa porque no podía hacer las dos cosas en paralelo. Estoy ligada a varias marcas con las que tengo pautados una cantidad de videos por mes”. En cuanto al vínculo con los clientes, Suárez aclara: “Nunca escondo una alianza; por el contrario, la dejo bien clara, porque mis lectores son conscientes de que es como una tanda publicitaria que me permite seguir generando contenido ‘gratis’. A su vez, jamás publicaría una marca que no consumo o que no apoyo realmente”. En esta línea, Mariani concluye: “Emprendedores que aparecen en un Instagram que ya está instalado en la gente multiplican followers, consultas, compras y contrataciones. Es una rueda que se va retroalimentando”.

Curiosidades

En nuestro país, las fechas más instagrameadas de 2017 fueron el 15 de octubre (Día de la Madre), el 20 de agosto (del Niño), el 20 de julio (del Amigo), el 18 de junio (del Padre) y el 3 de septiembre (día posterior al partido que disputaron Boca y River). Las personalida- des que más likes recogieron en ese período fueron Valentina Zenere, Marley, Jimena Barón y Marcelo Tinelli. ¿Las fotos más populares? La de Leo Messi de vacaciones con Antonella Rocuzzo (más de cinco millones de likes), la de la misma pareja de luna de miel (más de un millón de likes) y la de Karol Sevilla (más de ochocientos mil likes).

 

Fuente: Revista Nueva