Educación/Sociedad

El desafío de educar en valores

Desde el área PPV Deportes tenemos el orgullo de contar que seguimos sumando nuevas instituciones que día a día nos ayudan a crecer en el hermoso desafío de educar en valores.

Maracacinho en palabras de su presidente:

“Somos una escuela comunitaria de fútbol, fundada en el año 1997 por Rolando Sandoval en la ciudad de Cinco Saltos, y en 2015 logramos transformarnos en un club. A partir de este cambio apareció una nueva perspectiva en la vida de la institución, sumando responsabilidades y obligaciones, sintiendo especialmente que debíamos realizar un trabajo más firme en la parte social, con el objetivo de inculcar valores más allá de los logros deportivos.

Una de las principales acciones que iniciamos, es que al terminar cada entrenamiento, compartimos la merienda, con el fin de poder fortalecer el valor de la amistad. Maracacinho cuenta con alrededor de 200 chicos, entre 4 y 16 años que entrenan diariamente y son parte de las actividades.

Desde esa necesidad de trabajar en valores, es que nos contactamos con la Fundación Potenciar, ya que compartimos muchos ideales y nos resulta de gran ayuda el trabajo que realizan en nuestro club. Estamos agradecidos por su predisposición para colaborar en nuestro trabajo, creemos en el fútbol como método de vida, por eso es que hacemos hincapié en la disciplina deportiva, y los valores que acompañarán al chico dentro y fuera de la cancha, sea o no jugador de fútbol en el futuro.”

En un año olímpico y con los valores que esto representa, nos pareció importante destacar a un equipo que dio la nota en Río 2016: Los Leones.

Para la mayoría del público no tan conocedor del hockey, fue una enorme sorpresa que este grupo de jugadores ganara el oro olímpico, en una disciplina que se creía casi exclusivamente femenina.

Pero ha quedado en evidencia que no, que existe hockey masculino en nuestro país y que no es un deporte solo de “chicas”.

Para explicar un poco porqué este triunfo no es una sopresa, y también porque nos parece interesante relacionarlo con nuestro trabajo, es que queremos contarles que los Leones lograron este oro, pura y exclusivamente basados en el “Trabajo en equipo”, y por supuesto el equipo no son sólo los jugadores, sino también el cuerpo técnico, las familias, y todos los que trabajan alrededor.

Este grupo de chicos (y los que quedaron afuera de la lista) vienen trabajando para conseguir este galardón, hace muchos, muchísimos años, por eso es que su coronación no es una extrañeza, sino más bien un premio al esfuerzo de tanto tiempo. Lograron todos juntos congeniar objetivos que incluían ineludiblemente, dejar de lado horas con sus familias y hasta oportunidades económicas, (ya que muchos han decidido seguir jugando en Argentina, donde el deporte es amateur) resignando así buenos sueldos en ligas del exterior. Todo en pos de un de llevar el hockey masculino de nuestro país, a lo más alto del deporte mundial, y demostrar que no sólo había Leonas en Argentina.

El grupo, hace al equipo, el equipo no es más que el trabajo colectivo y desinteresado de todos sus integrantes por un mismo objetivo, compartiendo el deseo de crecimiento y por supuesto los valores. La madurez de un equipo lleva tiempo y paciencia y es allí donde los valores hacen mella, muchas veces el apuro por los resultados deportivos son contraproducentes con el equipo y una vez más ha quedado demostrado. El hockey de caballeros, supo esperar, y esforzarse sin aparente apoyo, redobló las apuestas, y el resultado no es la medalla, el premio real es que ahora muchísimos varoncitos en Argentina, saben que hay otro deporte de caballeros.

Una de las imágenes más lindas que ilustran esto y donde no hay que explicar mucho más, es donde después de la coronación y los himnos, el goleador argentine Gonzalo Peillat, fue el fotógrafo del equipo alemán, y segundos después, Fürste, el capitán de Alemania hizo lo propio con nuestros Leones. El deporte es eso… nos enseña siempre a ser mejores personas.

Fuente: Revista INICIAR