Sustentabilidad

Ingenieros en Ambiente: profesionales indispensables para los tiempos que vienen

Una nota de La Nación revista, publicada el 24 de diciembre de 2000, habla de la primera camada de “ingenieros verdes” del país.

Una infancia de vacaciones en la montaña, campamentos, vida al aire libre y una profesora de geografía de secundaria que lo hizo conocer las problemáticas ambientales. Algo de todo eso hizo que a, la hora de pensar qué carrera estudiar, José Fonrouge se interesara por juntar la ciencia con la naturaleza. Pero en 1993 no existía nada similar en el país, por lo que se anotó en Ingeniería industrial, en la Universidad Católica. Aburrido y a poco de comenzar partió a Estados Unidos, donde conoció la ingeniería ambiental, y volvió a su facultad para pedir: “hagan algo con esto”. Dos años después, en 1994, abrió en esa institución la primera carrera de ingeniería ambiental del país. José fue parte de la primera camada que egresó en la UCA.

Fonrouge considera que, más que una carrera del futuro, la ingeniería en ambiente es una carrera del presente: hay una demanda insatisfecha y lo que antes fue mal llamado una moda de la sustentabilidad hoy ya está mucho más instalado en una sociedad que maduró y exige cuidados ambientales.

Según explica Carlos Alberto Sacavini, director actual de la carrera, las empresas productoras de bienes y servicios de todos los rubros demandan, de manera sostenida, estudiantes e ingenieros ambientales, en particular por dos razones esenciales. “En primera instancia, los titulares de los procesos deben cumplir con las obligaciones que devienen del Derecho Ambiental positivo (regulaciones) y, además, el ejercicio de las buenas prácticas de gestión ambiental conduce virtuosamente a mejorar la eficiencia (reducción de pérdidas), lo cual deviene en ahorros y mejora de la competitividad”.

Florencia Gonzalez Otharan es directora en ejecutiva en Elm, una consultora que brinda asesoramiento en gestión ambiental e higiene y seguridad en empresas. Divide sus días entre un espacio de coworking en Pilar con visitas a plantas de las empresas a las que asesora. "Hay mucho por hacer"

Florencia Gonzalez Otharan es directora en ejecutiva en Elm, una consultora que brinda asesoramiento en gestión ambiental e higiene y seguridad en empresas. Divide sus días entre un espacio de coworking en Pilar con visitas a plantas de las empresas a las que asesora. “Hay mucho por hacer”

Para el ingeniero, el requerimiento de ingenieros ambientales se verá incrementado dado que las exigencias legales y la vigilancia por parte de las autoridades de aplicación son, siempre, crecientes.

De 1999 a hoy, surgieron unas diez universidades que ofrecen la carrera de grado. Cinco son estatales y otras cinco privadas y están distribuidas entre CABA, Buenos Aires, Córdoba, Río Negro y Santa Fe. Si en 1999 entre todas las casas de estudios sumaban 319 estudiantes, en el 2016 – último dato disponible- fueron más de dos mil. Muchas otras universidades ofrecen maestrías en gestión ambiental.

Es el caso del Instituto Tecnológico de Buenis Aires (ITBA), donde funciona un Centro de ingeniería en medio ambiente. Allí docentes, investigadores, e incluso alumnos trabajan en proyectos especialmente enfocados en estudiar la contaminación del agua. Uno de los más recientes elaboró el primer mapa colaborativo de contaminación del agua con arsénico del país.

Sociedades que exigen

“Hoy la sociedad está más informada y se pone cada vez más exigente. Muchas industrias que nacieron en zonas que no estaban pobladas de pronto lo están, y los vecinos exigen, piden información, reclaman. Muchas hoy optan por irse a parques industriales. Hay en las empresas una creciente preocupación real, económica y hasta marketinera por el medioambiente”, explica Julio Abel Sola, ingeniero y coordinador de la carrera en la UNTREF.

Cuenta que en esa universidad la carrera surgió en el 2007 como una necesidad de dar respuestas a una demanda que existía: hasta ese momento la mayoría de las carreras eran principalmente de gestión ambiental y faltaban ingenierías. Hoy sucede que las industrias van tomando estudiantes avanzados de ingeniería, y eso hace que los alumnos demoren el egreso. “Después del tercer año ya se empiezan a ubicar en alguna empresa”.

Fuente: La Nación