Energía y Producción

La petroquímica local, otra vez en el radar de los inversores

Los continuos avances en el desarrollo de las materias primas no convencionales y la llegada de un entorno político más amigable para la inversión suscitan favorables expectativas sobre el futuro del sector. Así lo creen los analistas Mark Eramo y Rhina Quijada, representantes de IHS Chemical.

La industria petroquímica argentina está viviendo una etapa de renacimiento, según la visión de Rhina Quijada, directora de la consultora internacional IHS Chemical. “El país está volviendo a ubicarse en el radar de los inversores”, destacó durante su exposición en el 13° Congreso Argentino de Petroquímica.

Por su amplia heterogeneidad, explicó, Latinoamérica debe dividirse en tres áreas: México y Centroamérica, el Pacífico sudamericano y el Mercosur. “Mientras que la primera está motorizada por su cercanía a Estados Unidos, en el Mercosur la recesión de Brasil está afectando el crecimiento del sector, aunque el mercado es muy grande”, especificó.
En 2015, apuntó, el déficit de la balanza sectorial de Brasil bajó por primera vez en muchos años por la menor demanda. “No obstante, ésta sigue siendo enorme, lo que representa una oportunidad para la producción argentina, siempre y cuando se optimice la competitividad”, señaló.

Panorama regional

Rhina Quijada, directora de la consultora internacional de IHS Chemical
Rhina Quijada, directora de la consultora internacional de IHS Chemical

A decir de Quijada, hay un enorme potencial de consumo per cápita de polietileno y polipropileno tanto en Brasil como en la Argentina. “El primer país de la región que disfrutará de capacidad adicional de etileno y polietileno es México”, apuntó.
En el sector petroquímico argentino, además de acceso a materia prima abundante, avizora un mejor entorno político (lo que no sucede, por caso, en Venezuela). “En Perú, que acaba de definir a su nuevo presidente, también se observa un marco positivo para atraer inversores en metano y etano”, agregó.
Bolivia, por su parte, sigue estudiando un proyecto para construir una planta de propileno y polipropileno, con mucho apoyo gubernamental. “Estaría listo para después de 2020. Aunque el mercado interno no es grande, le permitiría exportar”, precisó.
En Colombia, añadió, hay planes para producir más propileno. “Venezuela depende de la resolución de factores políticos. “Y en Brasil no todo está perdido, ya que el país viene experimentando expansiones en papel y celulosa”, completó.
El común denominador de la región, sintetizó, estriba en la búsqueda de materias primas y la necesidad de inversiones de capital que permitan repuntar y contar con mayor capacidad productiva.
En materia de precios, admitió que es difícil hacer pronósticos, aunque debe considerarse la relación crudo-nafta-gas. “Hoy el gas se produce por debajo de u$s 1 por millón de BTU, valor que resulta demasiado bajo. Por otro lado, el tiempo de respuesta es muy importante. Con un leve incremento del precio del barril, se reactivará la producción de los pozos de manera inmediata”, proyectó.

Mirada global

De acuerdo con Mark Eramo, vicepresidente de Desarrollo de Negocios Globales de IHS Chemical, el bajo precio internacional del petróleo ha modificado la competitividad del rubro en algunas regiones. “Gracias a los recursos no convencionales norteamericanos, se ha generado una gran brecha entre el valor del crudo y el del gas”, expuso.
Estas variables, aseguró, influyen sobre la decisión de los inversores a la hora de instalar nueva capacidad de producción petroquímica. “No es lo mismo apostar por un nuevo emprendimiento en la Argentina, Canadá o Arabia Saudita”, diferenció.
Tampoco debe obviarse el impacto de las economías emergentes (sobre todo del grupo BRIC, conformado por Brasil, Rusia, India y China). “El crecimiento del consumo chino, que en los últimos años se ha ralentizado, no deja de ser impresionante”, resaltó.

Mayor demanda

Según Eramo, China está invirtiendo fuertemente en aumentar su capacidad de producción de insumos básicos (fue responsable de un 84% de la inversión entre 2006 y 2015. “Para 2020 será capaz de autoabastecerse en un 85% de polipropileno)”, estimó.
Norteamérica, en tanto, seguirá creciendo gracias a su potencialidad no convencional (después del parate de 2010, reputaron sus producciones de metanol y etileno), al tiempo que habrá mucha actividad en Medio Oriente. “En este contexto, la Argentina también se percibe como una opción interesante, más allá de los diversos retos que tiene por delante”, manifestó.
A la hora de predecir lo que ocurrirá en los próximos años, admitió que hay que lidiar con un alto nivel de incertidumbre en materia energética y económica. “De todos modos, para 2020 debe esperarse un gran crecimiento en la demanda de tres productos petroquímicos básicos: etileno, propileno y metanol”, vaticinó.
A su entender, las decisiones de los inversores están signadas por los cambios en las tecnologías vinculadas con las materias primas no convencionales y el crecimiento en la demanda de ciertos mercados. “Esto seguirá siendo así hasta que las condiciones de los precios se vuelvan más predecibles. En ese sentido, para este año prevemos que el barril de petróleo cerrará cerca de los u$s 50 ó
u$s 55”, concluyó. ©

A continuacion, las palabras de Mike Eramo luego de su exposicion en el 13 Congreso Argentino de Petroquimica

Fuente: Revista Petroquimica