Transformación digital

Santiago Bilinkis: “No se trata de entender la tecnología de hoy, sino la de mañana”

Santiago Bilinkis es emprendedor y tecnólogo. Se graduó en economía y asistió a Singularity University en una sede de la NASA, en Silicon Valley, donde estudió lo más avanzado de la ciencia y la tecnología. Co-fundó Officenet y otras empresas exitosas. Es conferencista, autor del libro Pasaje al Futuro y columnista en medios de comunicación. CCnews conversó con él.

Si hablamos de innovación, ¿cuál es el contexto actual de las empresas?

Hoy las empresas enfrentan un contexto completamente diferente a aquel para el cual fueron diseñadas. Básicamente, porque el mundo antes cambiaba lentamente, y hoy las reglas de juego se transforman de manera vertiginosa. Normalmente las compañías surgían cuando un emprendedor tenía alguna idea, descubría una fórmula de éxito para resolver algún problema y después creaba una empresa, una organización, una burocracia en el sentido positivo de la palabra, para aplicar de forma consistente esa fórmula.

¿De qué manera se lograba ese propósito?

El objetivo justamente era tener procesos sólidos, que las cosas salieran siempre igual. Digamos, lograr consistencia. En aquel contexto, las personas creativas, las personas que rompían las reglas, eran un estorbo. Lo último que querías tener en una empresa era alguien que de alguna manera se saliera de la norma. Y esa lógica llevó a la selección de un determinado perfil de persona, al desarrollo de un esquema de incentivo salarial, bonus, ascensos y otros beneficios apuntados justamente a atraer y retener gente consistente.

¿Cómo funciona hoy ese tipo de perfil?

Las reglas cambiaron por completo, y esto se vuelve un problema enorme: las empresas están en general compuestas por personas de ese perfil a las que les piden, de repente, que hagan algo completamente distinto de lo que siempre hicieron, incluso en contra de regulaciones y normas de la propia empresa. En ese problema están trabadas hoy las compañías: tener que reconvertirse en algo distinto de lo que eran cuando fueron diseñadas, pero sin las personas ni las políticas ni la cultura que lo haga posible.

¿Cómo influyen los cambios en la toma de decisiones?

Me llama la atención cómo, a pesar de experimentar el vértigo que hoy plantea la tecnología, la mayoría de las empresas, personas y gobiernos siguen tomando decisiones de mediano y largo plazo como si el contexto no fuera a cambiar: sin hacer ningún ejercicio de prospectiva. Hoy, cualquier decisión de mediano plazo es una decisión para otro mundo, y la primera pregunta que cada uno debería formularse es para qué mundo está decidiendo, cómo va a cambiar el mundo desde que uno toma esa decisión hasta que esta impacte.

Con este criterio, ¿qué aspectos son claves para diseñar un plan estratégico de tecnología?

Me parece que el punto de partida central para cualquier compañía que quiera armar una estrategia tecnológica es justamente dejar de pensar el mundo como foto y entenderlo como película. No se trata de entender la tecnología de hoy, sino la de mañana, la de dentro de tres o cinco años, para poder estar tomando hoy las decisiones que nos posicionen en un lugar correcto. Creo que las compañías destinan muy poco tiempo a prospectiva y a entender cómo la tecnología va a alterar sus modelos de negocio y sus prácticas futuras.

¿Cómo prepararse para los cambios que producirá la inteligencia artificial?

La inteligencia artificial es la tecnología más disruptiva que vamos a vivir en los próximos años. Entonces, toda empresa –cualquiera sea el rubro en el que esté– debería preguntarse cómo la inteligencia artificial va a transformar su negocio y sus prácticas. Entender por qué la inteligencia artificial va tener tanto impacto, cómo funciona y en qué áreas afectará a cada uno va ser absolutamente crucial para la supervivencia de cada compañía.

¿De qué manera se transformó la inteligencia artificial?

Las inteligencias artificiales de ahora ya no son programadas por seres humanos como sucedía antes, sino que aprenden directamente de los datos, y eso las habilita a hacer tareas que hasta hace poco eran inimaginables. Antes resolvían cuestiones si se quiere muy rígidas, pero ahora pueden desde componer una canción hasta obviamente identificar una cara mucho mejor de lo que podemos hacerlo las personas. Hoy, las inteligencias artificiales se meten en los aspectos más blandos, más creativos, más humanos del trabajo.

¿Cómo debería adaptarse un profesional a los cambios tecnológicos, sobre todo si es mayor de 45 años?

Hoy los jóvenes tienen tanto problema como los adultos en el entendimiento de la tecnología. Saber aprovecharla para el futuro no es tener muchos seguidores en Instagram o mirar muchos videos en YouTube. El problema más grande es que jóvenes y adultos somos consumidores de tecnología, somos espectadores y no usuarios calificados, y mucho menos generadores. Entonces creo que todos, por ejemplo, deberíamos aprender a programar. Y no solo en la escuela primaria, los adultos también deberíamos hacerlo.

¿Por qué aprender a programar?

No es porque todos vayamos a ser programadores, sino por las habilidades que se adquieren y la familiaridad tecnológica que se logra aprendiendo a programar. Hacerlo te enseña a dividir un problema complejo en varios problemas simples, a desarrollar un pensamiento algorítmico, a hacer procesos de abstracción y, a partir de varias cuestiones simples, encontrar reglas generales. Entonces, tenemos que tener una relación más profunda con la tecnología, que involucre no solo el uso consumista.

¿Qué características debe tener un proyecto para que amerite ser transformado en un emprendimiento?

En realidad, nadie sabe qué va a funcionar y qué va a fracasar. Por eso, la única manera de sacarse la duda es probar. Gran parte de lo que hacemos los emprendedores es diseñar experimentos en una escala pequeña, que nos permita aprender de consumidores reales gastando poco tiempo y poco dinero. No es una prueba en abstracto, no es una encuesta, no es preguntarle a un supuesto experto. Es diseñar un prototipo, probar con usuarios reales y ver qué pasa. Y ahí sí le vas asignando más tiempo y más dinero cuando ves que la idea funciona.

Fuente: CCNews